Se cierra el círculo

Retira Richy Leon como entrenador de Kofa luego de larga carrera exitosa.

Yuma – La ciudad fue Omaha, Nebraska. La fecha fue el 2 de junio del 1998.

Richy Leon andaba por la instalación de prácticas deportivas de la Universidad Creighton. El día era uno de descanso para el y sus compañeros del equipo de beisbol de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), aunque los jugadores participaban en una sesión de ejercicios en el plantel de dicha universidad antes de su partido semifinal el próximo día en la Serie Mundial de Beisbol Colegial.

El entrenador principal de ASU, Pat Murphy, vio a Leon mientras que este último se acercaba la oficina de entrenadores.

Murphy llamó a Leon para informarle que el beisbolista iba a subir a la loma para lanzar para los Sun Devils en el juego semifinal de la serie.

En ese día, cuatro años después de que Leon jugara con la Preparatoria Kofa en

Yuma, los Sun Devils dependían de él para ayudar al equipo a avanzar al final del campeonato.

Mientras tanto ese mismo día también fue el primer día del draft de la ligas mayores, y Leon recibió una llamada telefónica del equipo Colorado Rockies informándole que lo había seleccionado a unirse a sus filas de su organización.

El próximo día Leon registró un desempeño sólido durante seis entradas, permitiendo que los Sun Devils ganaran 14-4.

Ese día fue “el mejor día de mi carrera de beisbol”, dijo Leon en entrevista reciente con el periódico Yuma Sun, durante cual habló sobre sus recuerdos y su reciente jubilación como entrenador del equipo de Kofa, tras 19 temporadas.

No obstante, Leon no está listo abandonar el deporte por completo.

Hoy en día está dando lecciones personales a beisbolistas aspirantes de las edades de 10 a 14 años en el área de Yuma.

“Lo disfruto”, dijo Leon, refiriéndose a su nuevo papel. “Puedo dar un poco más atención personal a los muchachos, instruyéndoles, y por ello, más o menos, se puede modelar un muchacho”.

Aunque dejó de ser entrenador de tiempo completo, Leon sigue dedicándose al beisbol, Y ha sido así desde que era niño residente de San Luis, Ariz., y después como estudiante de de Kofa, donde se unio a la alineación del equipo de beisbol de los Kings en el noveno grado.

No obstante no era solo un amor por el beisbol que impulsaba a Leon a ser un jugador estrellar al nivel de preparatoria y nivel universitaria y después convertirse en jugador prospectivo de las ligas grandes.

Era su dedicación a sus padres de familia que le dio impulso a llegar a donde está hoy en día.

Explicó Leon que tanto su mamá como su papá llegaron de México a los Estados Unidos; ambos eran trabajadores agrícolas. Su papáa y mamá tuvieron que abandonar la escuela para trabajar para ayudar a apoyar sus familias. No sabían el inglés, por ello exigían que Leon y su hermana aprendieran el idioma y que se graduaran de preparatoria.

Su papá falleció mientras que Leon estaba en sun segundo año en Kofa. En ese momento Leon supo que no pudo fallar, que no podía ser carga para su mamá, que tenía que graduarse de preparatoria y de una universidad, para obtener un trabajo que le permitiría apoyar a su madre.

Lamentablemente en ese momento, Leon no llamaba la atención de universidades que pudieran reclutar.

Todo cambio cuando los Kings viajaron a Phoenix para jugar al equipo de la

Preparatoria Deer Valley, el que contaba con un altamente reclutado lanzador, de nombre Rob Price. En ese día, mientras que los reclutadores observaban a Price, Leon golpeó tres honrones.

“Tuve el juego de mi vida”, dijo.

Después, el teléfono de Leon sonó sin descanso y una de las llamadas fue de ASU.

Eligió asistir ASU y jugar con su equipo de beisbol, y cuatro años más tarde obtuvo su título de educacíon, con experiencia de un semestre como docente practicante.

Mientras que era estudiante de ASU, jugó durante dos veranos en la Liga de Beisbol Cape Cod, la principal liga de beisbol veranal del nivel colegial en todo el país.

Siempre había jugado antes en el puesto de campocorto, aunque con los Sun Devils aprovechó la oportunidad de asumir el de jardinero durante cual fue solo su primer año como beisbolista de la universidad.

“Y en efecto, en el primer día de la temporada del 1995, contra la Universidad Duke, yo fuel el iniciador en el jardin central. Yo nunca había jugado como jardinero.

“Es por eso que les digo a mis jugadores que nunca tomen un día de descanso, que nunca tomen un día de descanso de batear, que nunca tomen un día de descanso de lanzar – que lo hagan, ya que nunca sabrás lo que pasará”.

Durante su segundo año con ASU, se quebró su pierna y no pudo jugar, pero durante el tercer año ganó el puesto de segunda base con el equipo y también lanzó en algunas ocasiones.

Tambien esperaba ser reclutado por un equipo de las liga grandes, aunque nunca sonó el teléfono.

“Fue bendición disfrazada”, dice Leon hoy en día, ya que pudo volver a jugar con

ASU durante su cuarto año, cuando ASU avanzó a la postemporada, gracias en parte al desempeño de él.

Después del cuarto año firmó un contrato para jugar en la organización de los Rockies y fue asignado a unirse al equipo Portland Rockies, de beisbol del nivel A.

Durante la siguiente año regreso a Yuma para ser dociente practicante en la Preparatoria de Kofa, para poder obtener su título en educación.

Luego de dos temporadas de jugar en la organización de los Rockies, decidió que beisbol de las ligas grandes no fue en su futuro, y aceptó el puesto de entrenador asistente para ASU, mientras que firmó para jugar con los Valley Vipers de la liga semiprofesional Western Baseball League, de la que también formó parte el equipo Yuma Bullfrogs.

Cuando los Valley Vipers viajaron a Yuma para jugar contra los Bullfrogs, el entonce director de Kofa, Chip Schneider, visitó a Leon para ofrecerle un puesto como maestro a la misma preparatoria.

Leon hizo arreglos para ser intercambiado a los Bullfrogs en el año 2000, mientras que también asumió el puesto de enseñanza con Kofa. En 2004 Leon fue nombrado entrenador del equipo de beisbol de Kofa.

Durante los siguiente 19 años como entrenador, los Kings lograron 221 victorias y avanzaron al torneo de campeonato del estado en seis años.

Hoy en día él y su esposa, Jamie, son padres de un hijo, Jonah, estudinante de la Universidad Arizona Christian, donde también juega futbol americano y beisbol, y una hija, Mia, estudiante de la Preparatoria Cibola quien destaca en drama y las artes.

“Es lo mismo,” dijo Leon. “Se cierra el circulo”.